viernes, 8 de marzo de 2013

Tormentas que apagan el televisor.

Madrid está tan mojada que ya no sé si llora o si quiere follarme. Las facultades respiran extrañas en estos días tan raros, tan de luchar contracorriente, tan de empaparse por la calle y no saber en qué sentido gira el mundo. La gente se para por los pasillos comentando nosesabequé, apartando las pancartas para poder avanzar, llegando tarde a tutorías, desparramando un mar de sueños por el suelo al escurrirse el pelo y el abrigo, qué-frío-hace-fuera.

En el pasaje subterraneo que lleva de Historia a Veterinaria las goteras se pegan a las botas, a las carpetas, al paso rápido de las estudiantes. Un hombre mayor se ajusta el gorro de lana mientras grita eso de libros-a-dos-euros y señala el plástico extendido sobre el suelo. Tengo también autores norteamericanos, señorita. Y Chéjov y García Márquez sonríen tristes desde las ediciones de segunda mano. Es lo que tienen los tiempos mejores, supongo.

Camino de Filosofía llueve sobre mojado. The times they are a-changin', suspira Ciudad Universitaria. La policía rodea el rectorado de la Politécnica y en esta explanada tan grande me mira seria y desnuda la personificación de este ocho de marzo. Si-le-buscas-está-en-la-tercera-planta-haciendo-pancartas. Comienza la rueda de prensa. Me nombra tu voz.

"La calle no es de nadie aún.
Vamos a ver quién la conquista".

Ramón J. Sender - Siete domingos rojos.

No hay comentarios: